Un científico en el campo de las ciencias ambientales tiene que tener presente el enfoque de la integridad desde los lentes del pensamiento complejo. Es decir, su acción y pensar deben tener congruencia entre sí y con un enfoque que incluya las partes, que no muera en ideas y conocimiento que no pueda aplicarse, o en la aplicación que no de pauta a la retroalimentación, la divulgación, la reflexión y al fluir en el inspirar del pensar de nuevas acciones y valores. Además, el plantear de su reflexión y de su acción tiene que tener en cuenta que nada puede ser entendido por sí mismo, uno así, debe ser incluyente, y a su vez, realista y consciente del sentido de urgencia y de sensibilidad que requiere la labor. Pero más importante, el científico ambiental deberá entender que al igual que todos, está aquí para aprender a vivir de la mejor manera posible. Pero que no todos aprendemos igual.
Vivir el mundo que quiero vivir ahora.
15
Sep