Alma de la comunidad
En LCA me encontré con estas personas…
Colocaron en medio de nosotros un fractal…todos veíamos el mismo fractal. Sin embargo, la parte del fractal que cada uno veía era diferente, y hasta contrario de la que yo veía, a pesar de tratarse del mismo fractal.
Nuestra experiencia, diálogo y convivencia, hoy nos permite ir comprendiendo que cada uno contempla los sucesos desde su propia perspectiva. Por eso, sabemos que nuestra percepción personal es necesariamente parcial, y nos enriquecemos con la percepción, también limitada, de cada uno…
Juntos vamos asumiendo que captamos la verdad necesariamente incompleta; pensamos “Yo necesito de tu visión, y tú necesitas de mi visión”.
Nos necesitamos y nos complementamos. He aquí el fundamento de promover el verdadero diálogo; el que desenlaza los nudos, abre puertas, soluciona conflictos, es vínculo de unidad… y alma de la comunidad.